[...] Por suerte, el restaurante les dijo que no había ningún problema y que seguían con las mismas condiciones que habían pactado anteriormente. La única novedad era que tenían que escoger de nuevo el menú porque se había cambiado toda la carta gastronómica.
La parejita feliz se llevó la lista con los nuevos platos a casa para poder escogerlos bien y quedaron en comunicárselos a finales de la semana siguiente.
Pero justo 3 días después, el restaurante les llamó y les dijo que la capacidad que tenían no era para 100 personas…, sino 80.
- ¿Entonces tenemos que rebajar la lista de invitados a 80 personas? – preguntó la novia.
- Bueno, la verdad es que lo hemos estado hablando y… para poder ofrecer un mejor servicio…, los comensales no deberían ser más de 60.
¡¡¡60!!! ¿Y a estas alturas lo dicen? Se acabó…
Cabreo a la vista señoras… ¿Cómo os sentirías si os pasara eso? En parte, suerte que no somos de las que ha n estado soñando con esto toda la vida que si no…, ¡eh?
Con todo esto, la cruzada debía empezar de nuevo. Pero esta vez tenía que hacerse mucho mejor…
1. Teléfonos y contactos de 15 restaurantes (ya no importaba si estaban cerca de su ciudad).
2. No decidir nada hasta haberlos visitado TODOS y tener sus presupuestos y propuestas de menú.
Al final lo consiguieron: encontraron un sitio mejor, más bonito y cercano a la playa, donde les trataron a las mil maravillas. La única pega…: tuvieron que cambiar el día. Ahora, SU DÍA, sería el 5 de septiembre.
Y he aquí la razón del punto 4 (el banquete: pensad en restaurantes u hoteles que os gusten. Debéis tener en cuenta que es importante que sean grandes y tengan capacidad para un “gran” número de personas (aunque creáis que vuestra boda será íntima, buscad un lugar para mínimo 75 comensales, por si las moscas). Entrad en Internet y poned en el Google “bodas en [vuestra ciudad / provincia]”. Entonces os aparecerá una enorme lista de opciones. Escoged mínimo unos 10 restaurantes/hoteles (parecen muchos, pero en realidad no lo son).
Y si ni con este ejemplo os he convencido... ¡rogad a quién sea para que no os pase lo que a mí!
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